¡Ya podemos decir, ahora sí que sí, que el verano ha llegado!
Playa, calorcito, vacaciones en familia, cuerpos bronceados… Todo son buenos momentos, pero hay que tener en cuenta que las altas temperaturas pueden afectar a nuestra salud y debemos ir con cuidado.
Las temperaturas extremas nos pueden deshidratar debido a la pérdida de líquidos y sales minerales. Además nos pueden provocar agotamiento y sensación de desorientación. Una desmesurada exposición al sol puede provocarnos insolaciones o quemaduras en la piel.
Os dejamos 9 tips con recomendaciones básicas para disfrutar del verano reduciendo al mínimo los riesgos para nuestro organismo:
- Hidratarse mucho. Ya es sabido por todo el mundo que beber agua es esencial para que nuestro organismo este sano y hidratado, pero en verano hemos de hacer más hincapié. Refrescarse continuadamente y beber bebidas refrescantes puede ayudarnos a evitar la deshidratación y los mareos a causa de las altas temperaturas. Se recomienda beber 1,5 de agua al día.
- Evitar las bebidas con alcohol. Una cerveza bien fría en verano siempre apetece, pero hay que saber que el calor y el alcohol no van de la mano, son una mala combinación. El alcohol contribuye a la deshidratación.
- Continuar con el ejercicio físico. Hacer ejercicio físico es fundamental para llevar un estilo de vida saludable ya que ayuda a prevenir muchas enfermedades crónicas y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Pero con el calor del verano se debe evitar hacer ejercicio en las horas de más temperaturas (como sería el mediodía). Lo más recomendable es hacerlo cuando el sol no da intensamente, a primera hora de la mañana o a última de la tarde. Un buen plan puede ser animarse con los deportes acuáticos: surf, paddle surf, natación…
- Utilizar ropa ligera. Seda, lino, vestidos con volantes, bermudas… Toda la ropa que no apriete y nos de libertad de movimientos será nuestra mejor aliada. Con las altas temperaturas debemos evitar los colores oscuros y protegernos la cabeza con gorras, sombreros o turbantes.
- Evitar las comidas copiosas. El calor del verano ya es bastante intenso para nuestro organismo como para darle más factores que nos eviten disfrutar de las vacaciones. Las comidas o cenas calientes y copiosas pueden provocarnos pesadez y una mala digestión.
- Un buen calzado. El calzado durante las temporadas de más calor es recomendable que sea cómodo y que transpire, para evitar hinchazón y dolor.
- Incluir las frutas y verduras. Aunque nos cansemos de recomendarlo, en verano y con altas temperaturas ingerir fruta fresca puede reducir el efecto fatiga y la sensación de calor. Incluye en tu dieta recetas frías y saludables, evitando platos grasos.
- Evitar la exposición al sol en horas clave. El mediodía, cuando el sol está más alto, puede dañar nuestra piel y nuestro organismo.Evitar la exposición directa en las horas centrales del día.
- No abusar del aire acondicionado. Cuando sentimos más calor nada nos alivia más que ponernos debajo de la salida del aire acondicionado o ventiladores. Los efectos del aire acondicionado pueden provocar sequedad en las vías respiratorias, tos, resfriados u otras infecciones respiratorias. No hay que abusar de los aires y evitar la salida directa.
¡Disfrutar del verano es mejor si cuidamos nuestra salud!