Se estima que la Fibromialgia y el Síndrome de Fatiga Crónica afectan en España a más de 1.200.000 personas, la mayoría mujeres.
El síndrome de Fatiga Crónica es un trastorno complejo caracterizado por una fatiga extrema que afecta tanto al desarrollo de las actividades profesionales, domésticas como a la capacidad intelectual. Al tratarse de una enfermedad crónica, la sintomatología persiste a lo largo de los años y aunque puede mejorar, no se han descripto casos de curación y se puede empeorar. Los síntomas más conocidos del Síndrome de Fatiga Crónica (SFC), además de una importante fatiga física que limita el desarrollo de las actividades habituales en más de un 50%, son la pérdida de la memoria y de concentración, dolor de garganta, inflamación de los ganglios linfáticos en el cuello o las axilas, dolor muscular y articular sin causa aparente, dolor de cabeza, sueño no reparador y agotamiento extremo tras un esfuerzo no necesariamente intenso que dura más de 24 horas.
¿Enfermedad maldita o desconocida?
La mayoría de ciudadanos ha sufrido a lo largo de su vida un cuadro vírico. Esa sensación de postración, malestar por la fiebre, dolor de garganta con inflamación de ganglios, dolor muscular y de articulaciones. Es un clásico la frase de “tiene un gripazo” y todos comprendemos lo mal que se encuentra la persona afectada. Los pacientes con síndrome de fatiga crónica persisten de forma continua con todos esos síntomas de “gripazo”. ¿Por qué socialmente estos pacientes son habitualmente incomprendidos?
Dr. Jordi Robert, Coordinador de la Unidad de Fibromialgia y Fatiga Crónica del H. Universitari Quirón Dexeus.