La presión arterial es la fuerza que ejerce el corazón sobre las arterias para que éstas conduzcan la sangre hacia los diferentes órganos del cuerpo humano. Esta acción es lo que se conoce como presión arterial. La presión máxima se obtiene en cada contracción del corazón y la mínima, con cada relajación. La tensión arterial normal en el adulto debe ser igual o inferior a 120/80 mmHg. Cuando la tensión arterial se encuentra entre 130-139 mmHg y 80-89 mmHg hablamos de una hipertensión estadio 1 y es necesario consultar con su médico para tomar medidas de control. 

En ocasiones, la hipertensión causa síntomas como dolor de cabeza, dificultad respiratoria, vértigos, dolor torácico, palpitaciones y hemorragias nasales, pero en ocasiones se puede tratar de una hipertensión silenciosa. 

Es uno de los principales problemas de salud en los países desarrollados. Su elevación crónica aumenta el riesgo de enfermedad coronaria, de accidente cerebrovascular, de enfermedad renal y de muerte de origen cardiovascular. 

La hipertensión causa rigidez y estrechez de las arterias y este fenómeno ocurre en todo el territorio vascular.

  • Mayor resistencia para el corazón conlleva un aumento de la masa muscular dando lugar a una hipertrofia para hacer frente al sobreesfuerzo. 
  • Desarrollo de eventos cerebrovasculares dando lugar al accidente vascular cerebral isquémico o al accidente vascular cerebral hemorrágico, también conocido como ictus.
  • Otro órgano diana afectado es el riñón, que puede desarrollar una insuficiencia renal con necesidad de terapia sustitutiva como la diálisis. 
  • También pueden verse afectadas las arterias de las piernas provocando dolor al caminar, alteración en la visión por afectación de la arteria de la retina y puede causar impotencia sexual.  

Es importante realizar pruebas complementarias después de detectar que su presión arterial está elevada, como por ejemplo:

  • Holter de la tensión arterial o conocido como MAPA.
  • Electrocardiograma.
  • Análisis de laboratorio tanto de sangre como de orina. 

Para finalizar me gustaría puntualizar lo siguiente:

  1. En ocasiones la hipertensión arterial no produce síntomas y puede pasar inadvertida por lo que es muy importante hacer controles periódicos. 
  2. Es más frecuente a partir de los 40 años pero puede aparecer a cualquier edad. 
  3. Existe una predisposición familiar (genética) aunque también se da en personas sin antecedentes. 
  4. Los hábitos de vida son esenciales ya que pueden modificar el transcurso de la enfermedad. 

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