La morbilidad asociada al sobrepeso presenta muchas alteraciones, algunos tipos de cánceres, alteraciones menstruales, esterilidad y alteraciones psicológicas. La mortalidad, la morbilidad, el sufrimiento personal y los costes que acarrea la obesidad son elevados y tiene un profundo impacto negativo sobre la calidad de vida de las personas.
Algunas de las complicaciones metabólicas y clínicas relacionadas con la obesidad son nombradas a continuación:
- Resistencia a la insulina y diabetes. En el paciente obeso, tanto la secreción pancreática como los niveles plasmáticos de insulina se encuentran aumentados y además existe insulinorresistencia debido, por una parte, a la disminución del número de receptores de insulina como a un defecto post- receptor. Este aumento de la resistencia y el incremento de las necesidades de insulina determinan un fallo pancreático y la aparición de diabetes mellitus no insulinodependiente.
- Hiperlipidemia. Se produce un aumento de los niveles de triglicéridos y de las concentraciones de LDL (colesterol malo), así como una bajada del HDL (colesterol HDL). La alteración del perfil lipídico y el aumento del trabajo cardiaco aumentan el riesgo de padecer cardiopatía isquémica.
- Insuficiencia en las extremidades inferiores presentando un riesgo mayor de tener varices, edemas y cambios tróficos. Se asocia a un mayor riesgo de padecer enfermedad tromboembólica.
- La obesidad se acompaña en muchas ocasiones con hipertensión esencial, insulinorresistencia e hiperinsulinemia. La prevalencia de hipertensión arterial en los pacientes obesos puede llegar a ser del 25- 50% y el riesgo de padecerla se correlaciona con el grado de exceso de peso. Es un trastorno que se puede revertir disminuyendo de peso con control de dieta y realizando ejercicio físico. La resistencia a la insulina y el hiperinsulinismo pueden ser los res- ponsables del aumento de la reabsorción tubular renal de sodio y explica la alta prevalencia de HTA. Para prevenir la morbimortalidad cardiovascular asociada a la hipertensión arterial son deseables cifras de presión arterial sistólica (PAS) inferiores a 140 mmHg y presión arterial diastólica inferior a 90 mmHg.
- La obesidad puede producir un aumento del volumen sanguíneo, del volumen diastólico del ventrículo izquierdo y del gasto cardiaco, responsables a medio plazo de la hipertrofia y dilatación del ventrículo izquierdo. La insuficiencia cardiaca congestiva y la muerte súbita son mucho más frecuentes en pacientes obesos. La obesidad mórbida puede asociarse a alteraciones de la ventilación que conducen a hipoxia crónica. Estos pacientes presentan gran riesgo de padecer insuficiencia cardiaca. El síndrome de apnea obstructiva (SAOS) es una manifestación clínica frecuente en los obesos.
Todos los pacientes con obesidad que presenten los siguientes procesos asociados a la obesidad deberán ser considerados de alto riesgo:
1. Enfermedad cardiovascular arteriosclerótica: infarto de miocardio, angina estable o inestable, historia de cirugía coronaria, procedimientos arteriales coronarios (angioplastia), enfermedad arterial periférica, aneurisma de la aorta abdominal, enfermedad arterial carotídea sintomática y enfermedad cerebrovascular.
2. Otras enfermedades frecuentemente asociadas a la obesidad, como por ejemplo la diabetes mellitus tipo 2 o síndrome de apnea durante el sueño.